miércoles, 4 de junio de 2008

Voces del Ser - Una mirada diferente


Querido, yo sé que no eres
lo que alguna vez había soñado,
y sé que no eres, ni alto, ni rubio,
ni de ojos muy claros;
pero la estatura de tus sentimiento,
el color tan claro de tu bella mirada,
tan franca, tan buena,
tan llena de luz
te hace el esperado.
Me costó entenderte y acompañarte,

nunca pensé que los botones de una
camisa fueran tan, tan grandes,
pero... qué lágrimas dulces
cuando lo lograste, qué cerca estuvimos.
Tampoco creí que luchar con el lazo
de una zapatilla nos llevara tanto.
Lo había olvidado,
yo no recordaba a mi querida madre,
sentada en el suelo enseñando moños,
y cuando sucedió y al fin lo lograste
ya no fueron lazos sino mariposas
de bellos colores que estaban volando.

Querido hijo mío...
ha pasado tanto.
Apenas he contado dos hechos pequeños
quise recordar las pequeñas cosas
que a nadie le importa,
pero fue tan grande saber que podías,
que esperarte un tiempo no costaba tanto,
que yo fui aprendiendo...
Que apareció en mí lo que no sabía
que tenía adentro,
estaba escondido o todos lo tienen
y no se dan cuenta.

Un beso, un beso hijo mío...
del fondo de mi alma...
que supo escucharte y acompañarte
y quererte tanto...